La niña

Esa niña que dice algo entre dientes
Puede ser que hable mucho, pero no miente
La niña que su pelo recoge en trenzas
No sabe aún de amores, pero comienza
La niña que acostumbra a vestir de rojo
No quieras de sus risas ni de su enojo
Y esa otra que estudia para ser juez
Solo sabe en el fondo de estupidez

La niña que sonríe a todo el mundo
Tiene pena de amores en lo profundo
Aquella que es altiva en sus andares
Pronto ya la veremos en los altares
La niña que perjura como un varón
Luego llora sus penas en un rincón
La niña que pretenda ser mi mujer
Ha de hacerse muy pronto con mi querer

Que no me mienta nunca, que no se enfade
Que me tenga prendado como un cofrade
Que su pena de amores sea por mí
Que yo le haré que valgan más que un rubí
Que me mencione siempre en sus juramentos
Y que siempre me lleve dentro, muy dentro
Y que me quiera siempre, todos los días
Sin enfadarse nunca, con alegría.

José María