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domingo, 30 de noviembre de 2008

Mi mundo

Todo me parece rodeado por un muro
Quiero liberarme de cualquier recuerdo espurio
Sentirme aislado, en mi cubil
Para así poder más fácilmente discernir
Si lo que me rodea es de mi agrado
Y si no, suprimirlo de buen grado,
Sin fingir, sin rodeos, ni aspavientos,
Sin molestias, sin ruidos, sin lamentos.

Pretendo de esta forma conseguir
Que se haga más grato mi vivir
Los años que me restan de existencia
Para poder disfrutarlos a conciencia
Acompañado de gente que me quiera
Sentirlos siempre cerca, a mi vera
Y conversar de temas importantes
No de frivolidades, como antes.

Porque mi vida hasta hoy, ha sido hueca
Es por eso que espero que enriquezca
Que se amolde al futuro, no al pasado
Como se amolda el sol a un día nublado.
Pretendo que en mi vida no anochezca
Que las ideas fluyan y que crezcan
Y me permitan conocer las maravillas
Que disfrutan la gente más sencilla.

viernes, 28 de noviembre de 2008

Epitafio para Don Nadie

Y los días pasaban lentamente
Y las tardes se hacían eternas
Y las mañanas sin pena ni gloria
Pero eso era todo lo que le había quedado

Intentó nuevas actividades
Buscó nuevas amistades
Se abrió a otras formas de pensar
Indagó en las nuevas tecnologías
Se interesó por causas vacías
Se postuló como voluntario de la nada
Pero todo fue en vano
Su vida estaba equivocada

Esperó con paciencia nuevas noticias
Que nunca llegaban
Que nunca le ayudarían
Porque su problema era de otro calado más hondo
Hasta que se percató de ello
Y entonces se resignó
Olvidó, perdonó, se acostumbró
Y espero tranquilamente

Por eso cuando le llegó el momento de partir
Pensó que, por fin, algo rompía la monotonía
Y expiró de una forma callada, sin dolor
Sin molestar, como si nunca hubiera existido.

Así ponía broche a una intensa vida,
Sus seres más cercanos le lloraron,
Pero también ellos aceptaron que era lo mejor
Que ahora su espíritu descansaría.

martes, 25 de noviembre de 2008

Alberto Porlan

Mañana miércoles, 26 de noviembre, el autor de la película "Las Cajas españolas", nos honrará con su visita a la Escuela de Letras Libres, donde nos leerá parte de su nuevo libro de poemas, de próxima publicación.
Parece ser un acontecimiento lo suficientemente importante para contar con la asistencia de todos.

Hasta mañana,

sábado, 22 de noviembre de 2008

Regeneración

Ayer entré en el desván de mis recuerdos y empaqueté todos aquellos en los que aparecías tú. Tuve que hacerlo con cuidado, pues ya había expirado su fecha de caducidad y se encontraban en muy mal estado, pero finalmente conseguí introducirlos en bolsas preparadas para la tarea y los transporté hasta el punto limpio de mi cerebro donde serán convenientemente reciclados. A esta hora ya habrán empezado a circular esas neuronas limpias y dispuestas para nuevos almacenajes de mi memoria.

Ayer entré en la sístole de mi corazón en busca de la sangre envenenada que me habías ido acumulando a lo largo de los años. La sometí a un fuerte tratamiento a base de detergentes limpios de última generación, llamados esperanza, confianza y valor. Hoy he empezado a notar que la sangre corre más fluida por mis venas, y la tensión arterial ha recuperado sus valores normales.

Ayer entré en los recovecos de mis intestinos y vesículas para drenar toda a bilis y otros humores que me hubieran quedado acumulados durante los años vividos contigo. Tuve que drenar con nuevos métodos de inyección y bombeo para extraer toda la porquería, pero hoy ya he notado que mis defecaciones vuelven a tener otro color más acorde con la alimentación.

Lo que todavía me queda pendiente, es eliminar la metástasis ósea que ha cubierto todos mis huesos de tu presencia. Supongo que tendré que lijar con paciencia mi esqueleto completo, pero eso me llevará años. Solo entonces podré decir que estoy regenerado de ti, pero ¿viviré lo suficiente para llevar a cabo esta ardua tarea?.

lunes, 17 de noviembre de 2008

Día Internacional de los Contrastes

A Rosa le llamó la atención comenzar aquella mañana con algo tan frustrante como abrir el grifo del lavabo y observar que no salía ni una gota del preciado líquido, mientras en el techo había aparecido una magnífica mancha de humedad.

Otra vez, pensó, el vecino de arriba con sus problemas de cañerías, esperemos lo resuelva pronto y nos abran la llave de paso a tiempo para poder cocinar.

Para hacer tiempo se sentó a ver las noticias del primer telediario de la mañana y observó como la locutora enumeraba por enésima vez los terribles efectos de la pertinaz sequía. A Rosa eso de “pertinaz” le parecía un nombre de marca comercial, algo así como si se dijera la sequía Nike o la sequía Dior, lo cual le hacía gracia pues consideraba que al ser una sequía de marca debería lógicamente tener más calidad y ser más duradera por lo que no serían comprensibles las quejas contra ella.

A continuación la locutora pasó a relatar un dato estadístico, según el cual en toda Europa había ya 1.029 niños que nunca habían visto llover, debido una vez más a “la pertinaz”. Este dato coincidía, por extraño que parezca, con el número de fallecidos por las terribles inundaciones que azotaban otra parte del planeta. ¿Sería casualidad o la madre naturaleza estaba repartiendo la población acorde con criterios más racionales?.

Rosa se paró a pensar que mientras en Europa, y pese a “la pertinaz”, todos los días se consumían alimentos frescos y de regadío, en esas partes del planeta, pese a las inmensas lluvias que los asolaban, la escasez de alimentos era un problema común que reiteradamente se padecía.

Las noticias continuaron su curso, y ahora el presentador hacía referencia a un nuevo secuestro de las FARC en Colombia, que se había cobrado 5 nuevos rehenes, mientras las fuerzas gubernamentales iniciaban las “labores de rescate”, algo así como si de prepararse un ajuar se tratara, pensó Rosa, que tenía un día especialmente lúcido.

A renglón seguido volvió la presentadora para anunciar que felizmente se había conseguido rescatar con vida a los 5 mineros que llevaban 3 días sepultados en un desprendimiento producido mientras trabajaban ¡Vaya!, meditó Rosa, cinco secuestrados, cinco rescatados…. ¿No será posible mantener el equilibrio demográfico sin recurrir a tragedias?.

Después de un rato, y tras tomarse un café, decidió que había que emprender las tareas cotidianas, y se dirigió al zapatero porque la noche anterior había visto a su marido que afrontaba con poco éxito un nuevo intento de racionalización de espacios, pretendiendo poner más pares de zapatos y zapatillas de los que ordenadamente pudieran caber. Su sorpresa fue mayúscula al abrir la puerta del zapatero, pues todos los zapatos y zapatillas correspondientes al pié derecho se encontraban en ese lado del armarito, mientras que sus respectivas parejas (pié izquierdo), ocupan el lado opuesto, como si durante la noche hubieran debatido políticamente y cada cual se hubiera alineado en el lado que sus ideas consideraban correcto, ¿o quizás habría sido obra de su marido en su vano intento de ordenación?, como fuere, ahí estaba el resultado ofreciendo una imagen de simétrica armonía en el interior del mueble. Rosa pensó si ese criterio podría aplicarse a otro tipo de prendas como calcetines, guantes,..en fin todo aquello que se usa de manera separada para las extremidades derecha e izquierda respectivamente,…sería cuestión de pensarlo al menos. Así, pensando en estos nimios problemas se dirigió a la calle, pues de esa forma aprovechaba y se daba también su garbeo matinal.

¡Sorpresa!, el zapatero lucía en la puerta un bonito cartel que decía “cerrado por vacaciones hasta el próximo día 15”, eso significaba que no podía recoger sus zapatos en una semana. ¿Como no le habría avisado al dejarlos? se preguntó irritada, pero ya no había remedio así que aprovechando que la mañana era templadita, se acercó al escaparate de una tienda de calzado cercana, a ver si podía sustituir los zapatos en reparación con otro par que no le saliera muy caro. La tienda también lucía su particular cartel que rezaba “Hasta el próximo día 15, por cada par de zapatos regalamos otro”, eso era, pensó Rosa, una forma de compensación que le ofrecía la vida.

Y así sucesivamente, pasó el resto de la jornada, de forma similar, si una puerta se cerraba otra se abría….era el Día Internacional de los Contrastes…

sábado, 15 de noviembre de 2008

Nostalgia

Cada vez que el reflejo dorado del sol poniente
Cae por el horizonte de mis deseos
Me encuentro más nervioso, febril, ardiente
Será que hace ya tiempo que no te veo

Cada vez que la noche se torna oscura
Me siento mas aislado, como entre brumas
No preciso de nadie que me acompañe
Solo quiero en mis brazos sentir tu talle

Cada vez que la música oigo en un bar
Presiento que estás cerca, te necesito
Quisiera estar contigo para bailar
Para que me acaricies muy despacito


Cuando el amanecer rompe mis sueños
Noto que sigo solo, que no te tengo
Entonces me adormezco entre tus brazos
Para soñar que existes, que aun te abrazo

sábado, 8 de noviembre de 2008

Nueva vida

Todo me parece rodeado por un muro
Quiero liberarme de cualquier recuerdo espurio
Sentirme aislado, en mi cubil
Para así poder más fácilmente discernir
Si lo que me rodea es de mi agrado
Y si no, suprimirlo de buen grado,
Sin fingir, sin rodeos, ni aspavientos,
Sin molestias, sin ruidos, sin lamentos.

Pretendo de esta forma conseguir
Que se haga más grato mi vivir
Los años que me restan de existencia
Para poder disfrutarlos a conciencia
Acompañado de gente que me quiera
Sentirlos siempre cerca, a mi vera
Y conversar de temas importantes
No de frivolidades, como antes.

Porque mi vida hasta hoy, ha sido hueca
Es por eso que espero que enriquezca
Que se amolde al futuro, no al pasado
Como se amolda el sol a un día nublado.
Pretendo que en mi vida no anochezca
Que las ideas fluyan y que crezcan
Y me permitan conocer las maravillas
Que suelen disfrutar gente sencilla.

jueves, 6 de noviembre de 2008

Las campanas

El clima de ese pequeño pueblo segoviano era continental extremado, es decir mucho frío en invierno y mucho calor en verano, eso solían decir los lugareños, pero lo cierto es que en pleno mes de agosto la canícula apretaba al mediodía, pero al atardecer se dejaba sentir el frescor de la cercana sierra de Guadarrama, de modo que todas las madres nos hacían cargar con algún tipo de rebeca cuando salíamos a jugar.

Los domingos se celebraba la Santa Misa, que era un acontecimiento social, pues todo el mundo se ponía sus mejores galas. Los hombres sus trajes de pana (en pleno verano) y la camisa blanca desabotonada, porque tan pronto se metiera la familia en la iglesia, ellos se refugiaban en el casino del pueblo, situado en la misma plaza mayor, justo enfrente de la iglesia, a trasegar unos vinos y jugar unas partidas de dominó o tute. Las mujeres con su segundo mejor vestido (el primero se reservaba para la patrona el 15 de agosto), con las piernas enfundadas en medias pese a la calor y los brazos embutidos en unos “manguitos”, ya que el cura no permitía lucir carnes en el interior de la iglesia, en la cabeza un piadoso velo recogía las pocas melenas que en la época se gastaban..

La Santa Misa se celebraba oficialmente a las 12 del mediodía, el momento de más calor, pero no era de extrañar que el cura se retrasase, ya que previamente se había acercado a oficiar en otro pueblo cercano que carecía de sacerdote asignado, por lo que si le surgía algún imprevisto el pobre hombre iba ya toda la mañana a marchas forzadas, por ello, para avisar de alguna forma a los vecinos de que ya estaba en el pueblo e iba a dar comienzo la Santa Misa, se llamaba al culto mediante el tañido de las campanas de la iglesia, que hacía sonar tres veces con un intervalo aproximado de 5 minutos entre cada tanda de campanadas.

Era en esos momentos, cuando en mi casa se vivía una situación muy particular, que se repetía invariablemente todos los domingos, pese a su absurdo. Al tocar “las primeras”, mi madre le gritaba a mi hermana, que entonces vivía en su más desarrollada “edad del pavo” y tardaba en acicalarse más de media hora, mientras lanzaba juramentos contra el cura, la iglesia y todo lo que sonase a religión que le obligaba a disfrazarse de forma tan poco adecuada con el clima:

- Niña!! date prisa que ya son las segundas!!
- Que no, mamá!!, siempre igual, que son las primeras!!, que luego llegamos pronto y estamos allí como pasmarotes!!
- Que no!, que son las segundas, ¿no ves que ya son casi las doce?
- Y dale!, pues yo no puedo correr más, total con llegar antes del evangelio….
- Pero que cosas dices, vamos aligera.

Al siguiente toque, se repetía la escena decantando una unidad:

- Niña, las primeras!!, ¿a que te quedas en casa?
- Mamá!!, las segundas, no seas plasta, que todos los domingos haces la misma escena y estás ya muy pasada.

Y así, las apacibles mañanas de domingo, se convertían en un sarao familiar con la consecuencia de que una de las dos ya estaba de morros hasta la hora de la comida. Mientras, mi padre, astutamente, se había perdido diciendo que ya nos veía en la plaza, lo cual nunca llegaba a ocurrir hasta la salida de misa:

- ¿Dónde te habías metido?, le increpaba entonces mi madre
- Mujer, no puedo dejar a los vecinos que se interesan por nosotros con la palabra en la boca, para dos meses al año que venimos por aquí…..de todas formas entré a tiempo y estaba atrás, con los hombres,…. porque esa era otra característica, los hombres se colocaban al fondo de la iglesia en bancos y las mujeres y los niños en la parte delantera, en declinatorios previstos para que pudieran arrodillarse a su gusto.


El sonido de las campanas, todavía hoy, me evoca aquellos domingos segovianos y la alegría de la voz de mi madre, porque al fin y al cabo, ese era su pueblo, en el que había nacido y donde se había criado antes de irse a la capital. Tan solo queda un recuerdo más dramático del tañir de campanas, era cuando lo hacían a medianoche, sin aviso, llamando al pueblo con urgencia, cosa que solía suceder por lo menos una vez cada verano. Era señal de que había surgido un incendio en el cercano pinar y era menester que todos los varones adultos se trasladaran a ayudar en las labores de extinción del mismo, pero ese sonido queda archivado por el alegre repiqueteo dominical de primeras, segundas y terceras, todo un manjar auditivo.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

LA GULA

Hoy nos toca hablar de otro pecado capital, la gula, como todos, capital por su importancia, pero eso es lo primero que vamos a desmontar.

Dice el diccionario que gula es el apetito desordenado en el comer y beber. Es decir, si uno ordena con rigor los platos y manjares que ha de disfrutar, al parecer no incurre en pecado. Ahora bien, si confunde sirios con troyanos y comienza comiendo postres, después se bebe un buen vino, para pasar al aperitivo,,, y así sigue comiendo como se le antoja, entonces sí, es gula. Creo que la importancia ya ha quedado demostrada solo con esta breve exposición, sea ordenado y no tema que ya no peca.

Otro concepto de gula es un sucedáneo de angula, pero como todos los sucedáneos se trata de dar gato por liebre y precisamente el que sustituye estos alimentos no puede caer en pecado de gula. Curioso, ¿verdad?, se podría hacer una frase publicitaria con ello, “si no quiere pecar de gula, como gulas”.

Para combatir la gula el clero se inventó la bula, lo cual otra vez se presta al juego de palabras, porque bula podría ser muy bien el femenino de bulo (rumor, mentira), pero no, aquí se trata de un permiso que se concedía, pagando un precio, para que se pudiese comer carne en cuaresma y saltarse el ayuno tan pregonado por la iglesia, aunque bien mirado ¿este montaje no es una gran mentira?. Lógicamente, las clases más favorecidas, una vez más, se podían permitir la gula a costa de los oprimidos. Otra curiosidad, uno de los restaurantes más famosos de la nueva cocina, que cuenta con un acreditadísimo chef se llama Bulli, ¿alguna derivación de la tradicional bula?.

La virtud cardinal que se contradice con este pecado, no podía ser otra que la templanza, pues, lógicamente, si queremos saborear las viandas de forma pulcra y ordenada, que nos las sirvan ni muy frías ni muy calientes, es decir, templadas.

Bien, pues resumiendo lo expuesto, para no alargar más el tema, si usted quiere comer angulas (recomiendo las de Aguinaga), hágalo como primer plato, templaditas, acompañadas de un buen vino tinto, sustitúyalo por gulas si se le antoja y éstas son de su agrado (hay gustos para todo), y si lo cree menester, para tranquilizar su conciencia, páguese una bula por ello; de cualquiera de las tres formas usted evitará el pecado capital y el riesgo de infierno que conlleva el mismo, pero no se confíe por ello, le espero en el próximo pecado.