Les gusta mi poesía

viernes, 28 de enero de 2011

Dedicado a esas mujeres jóvenes todavía, pero que ya son abuelas, y que a veces, les decae el ánimo porque piensan que se les está yendo la vida, cuando en realidad han llegado a lo mejor de ella con mucho tiempo por delante para disfrutar:



Y van pasando los días,
Fugaz y rápidamente,
Y tus ojos verde oliva
Se transforman en cascadas
Y tu piel antes tan tersa
Muestra signos de la edad
Como tierra arañada
Por el arado del tiempo

Y tu mirada se torna
Cada día más adusta
Y tu carácter se vuelve
Sensible a pequeñas cosas,
Tu esqueleto se rebela
Cuando demandas esfuerzos,
Y los excesos de antaño
Solo son vagos recuerdos

Y esa cascada de pelo
Que sobre el hombro caía
Hoy se tiñe de gris claro
Sin el fulgor que solía
Y tus labios perezosos
Ya no ríen alegrías
Y tus pechos prodigiosos
Ya no demandan caricias

Pero es lo mismo, adentro,
Tú sigues siendo la misma,
Y cuando te encuentras sola
Sales a ver la marisma
A recordar los momentos
Que te sentías bonita
Y a cavilar que la vida
Tan solo ofrece sofismas

Por eso sigues contenta
Sin que te cambie el talante
Por ello vives dichosa
Pues no te casas con nadie.
Tu cuerpo ha sentido el tiempo
Pero tu mente está llena
De auténticos sentimientos
Y de amores que almacena

domingo, 23 de enero de 2011

El amante fugaz

Quiero retomar la serie de tipologías de amantes, aunque esté ya un poco exprimida, y se me ha ocurrido que un amante fugaz podría ser una buena reanudación, pues hoy día este tipo de amantes se prodiga mucho:


Quiero ser tu amante un instante,
Y hacer de ese momento una constante
Sentir tu piel sensible a mis caricias
Como si fuera a amarte de forma vitalicia

Pero es eso, tan solo, un instante
Porque yo soy fugaz, y cual secante
Me torno suspicaz y muy cortante
No suelo ser tenaz, sigo adelante

Ser fugaz no es ser huidizo
No quiero que sospeches de mi hombría
Soy fugaz, o quizás escurridizo,
Pues no quiero pecar de alevosía

Me retiro tan pronto haya amado
Dejando que otros pasen a tu lado
No pretendo destrozar el corazón
Ni tampoco engañar es mi razón.

jueves, 6 de enero de 2011

Estatuas de sal


Como si fuera huyendo de Sodoma y Gomorra
Continuamente echando la mirada hacia atrás
El ser humano, hoy día se comporta
Como si solo fuera una estatua de sal

Ya nada le conmueve, le apasiona o le irrita
No existe la ilusión bajo su tez marchita
No percibe el dolor, el hambre, la miseria,
No percibe tampoco el sufrimiento
Cuando un afligido sin aliento,
Le acosa con problema y lamentos
Se muestra indiferente y huidizo
Procurando evitarlo, se torna escurridizo

Esta es la sociedad en que vivimos
Este es el mundo que nos ha tocado
En el juego de azares trasnochados
Donde cada cual se juega su futuro
Sin reparar si existe otro camino
Sin pensar si hace bien o es dañino

Desde aquí, yo reclamo nos paremos,
Detengamos el tiempo un momento,
Dediquemos al menos un minuto
A pensar que podemos aportar
Para incrementar el bienestar
De todos aquellos desdichados
Que de tanto están necesitados.

Seguro que algo se nos ocurre
Seguro que podemos contribuir,
Seguro que podemos descubrir
La manera de incorporar algo al sistema,
Para que, siempre en armonía y paz,
No acabemos convertidos en estatuas de sal