Aquellos lectores que me siguen habitualmente, recordarán mis poemas "el amante deportivo" publicado en este blog el 31 de Diciembre pasado y "el amante geométrico", publicado el 15 de febrero último. Pues bien, por seguir esa serie de tipologías enfermizas de amantes, he preparado algunos otros que iré publicando periódicamente bajo la etiqueta "Tipos de amantes".
Este en concreto quiero dedicarlo a biblioteca75, quien gustosamente publica algunos de mis poemas en el blog Antología literaria, que invito a visitar a quien le guste la buena poesía.
El amante hipocondríaco
Presiento que tu mirada
Me produce las migrañas
Que me parecen arañas
Caminando por mi espalda
No sé si te soy alérgico
Pues me causas desazón
Con un picor muy enérgico
Que llega hasta el corazón
La sensación de mareo
Que produces en mi vida
Es mayor cuando te veo
Para mí estás prohibida
Me golpeas con tus risas
Me provocas hematomas
Me hieres con tus encantos
No puedo tomarte a broma
He visitado al doctor
Y le pedido una cura
Para aliviar el dolor
Que produce tu hermosura
Me ha llamado hipocondríaco
Algo que ya me temía
Pero peno cual berraco
Al que le ha llegado el día
Dame tú, pues, el remedio
Haz que mis males se alivien
Que pueda estar a tu lado
Sin sufrir lo indecible.
José María
15 comentarios:
Hay que ver, el mal de amores la de jaquecas que da y lo difícil que es encontrar diagnóstico y dar recetas... Yo me confieso hipocondríaco, así que me ha gustado este poema.
Saludos, gs
Buenísimo! Yo quiero un hipocondriaco por amante, ea!
Un abrazo, poeta
Aquí otra hipocondriaca que entiende y comparte tu poema, aunque escrito de esa manera, la hipocondría ya no me parece un defecto.
Beso.
Quien te hiere con sus encantos solo te puede dar un remedio, amigo...
Un cordial saludo.
Jose Maria,uno mejor que el otro.Quizas mis migrañas sean esas.jajjaja.Esta semana me han tenido a mal traer.Estoy algo lenta
para comentar.me cuesta leer. Besitos.Silvi.
Cuantos dolores de cabeza!!!
un beso amiga
Pasaba a saludarte.
Besos
Creo que un amor sólo se cura con otro, y me parece que no está la cosa para tantos amores, así que tómate una aspirina y no desesperes, que ese es el mejor de todos los males.
Esta de mas que le diga que es primera vez que le visito,pero usted con ese poema me ha subyugado,el ritmo perfecto,un punto de humor y un amor sin solución.
Uy... ¿Y si le llegara a tocar? ¿Le saldrían sarpullíos a manojitos? ¿Le daría gustirrinín ese tipo de picor? A lo mejor llega al orgasmo en un enorme, desmesurado e incontrolado picor...? Rshhhh... rasca que te rasca...
Otro hipocondríaco te visita.
Un gran abrazo
Pues creo que me he equivocado de la ruta o enlace, pues te dejé un comentario en otro de tus poemas...un poquito más serio, es un decir, pues todos los son.
Lo he dejado en El Jardinero,pero ahora miro tu espacio.
Empiezo equivocándome, pero se vale, no?
Y eso de la hipocondriasis amorosa, se cura con mucha tolerancia y comprensión; claro si es verdad que se padece.
Aunque también existe un vacuna cuyo efecto no caduca y es completamente efectiva, e na mo r ar se y creer en el ser que uno escoge para caminar por la vida,así no tendremos que decir, me enfermas! o convertirnos en un amante hipocodríaco.
Aunque a decir verdad, en esto de los males de amores, el mal que hace bien, es uno que lleva por nombre mmmm, cómo iba? mmm, suena como algo alemán...Ah! me olvidé...
Lo que no olvidaré es agradecer tu llegada silenciosa a mi blog, espero no haber sido impertinente y gracias por compartir lo que te dicta tu corazón.
Saludos!
Canto en Flor. Gracias por tu comentario. Si entraste en un poema titulado "El jardinero" debió ser en el blog "Antología Literaria", donde a veces publico algo.
Pero, es lo mismo, lo importante es saber de tí y leerte. Repito gracias y espero que coincidamos muchas veces.
José María
Mintras el hipocondriaco, esta pendiente de lo impendiente debia de tener más cuidado y cuidarse el mal de amores que seguro se le quitarian todos los males y dolores e incluso se volviera más tolerante y sensible en vez de ser tan insensible...
Hay un momento que incluso me he reido...
Tengo que apuntar una vez má que me ha encantado.
Te dejo una sonrisa en compañia de una rosa, para cuando la mires te recuerde...
Que buen poema, soy hipocandriaca y por esa razon no me permito amar ni ser amada...espero poder salir de este calvario.
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