Les gusta mi poesía

jueves, 11 de septiembre de 2008

EL Azar

Me ocurrió anteanoche, en ese espacio del tiempo en el que se confunden los últimos pensamientos y recuerdos con los primeros sueños que comienzan a inundar tu consciencia, o sea, por decirlo llanamente, cuando empezaba a “adormilarme”. De repente algo como un relámpago invadió mis circuitos neuronales haciéndome incorporar con sobresalto. Una imagen había tomado conciencia clara y precisa en mi mente, se trataba de la imagen que durante días, ya semanas, había estado buscando para con ella iluminar mi ensayo sobre los comportamientos humanos ante el azar.Me apresuré a levantarme y me dirigí al ordenador para ver la forma de dar materialidad a la escurridiza imagen, y es aquí donde empezaron a sucederme cosas extraordinarias. El ordenador estaba encendido como siempre. Yo nunca he entrado en chat alguno, pues no comparto esa afición que me parece vacía y llena de falsedades, pero en mi pantalla estaba abierto un diálogo de chat, en el que una desconocida “Fortuna” me preguntaba si estaba presente. Comprobé la hora en que me había enviado su texto y tan solo hacía dos minutos, es decir podía coincidir con la aparición en mi mente de la imagen, y encima ese nombrecito que auguraba y escondía un reto a mi inteligencia.No pude resistir la tentación y tecleé un conciso “OK” como respuesta. Inmediatamente me apareció en la pantalla una pregunta, “¿no crees que el azar nos ha llevado a conocernos esta noche?”. Era lo que me temía, algún conocido intentaba bromear conmigo, despreciando el motivo de mi ensayo al que tanto tiempo y esfuerzo había dedicado.

Dudé entre cerrar el cuadro de diálogo y olvidarme del tema, pero no quería pasarme luego el día entero preguntándome quien habría sido el imbécil capaz de gastarme ese tipo de broma y a esas horas de la madrugada, así que opté por responder con la pregunta que obviamente tenía que hacer: “¿Quién eres?, ¿Qué quieres?”.Las pantalla solo tardó una fracción de segundo en contestarme, “soy la fortuna, como dice mi nick, he pensado que reclamabas mi presencia para tu trabajo y he escogido este medio para contactar contigo, me parecía el menos sorpresivo y me gusta ser prudente”. Aquello empezaba a tomar consistencia de broma pesada, así que decidí pasar directamente a la amenaza, “si no te identificas, cerraré el diálogo, no estoy aquí para perder el tiempo con bromas y sandeces”.Esta vez el periodo de respuesta fue ligeramente superior, o al menos eso me pareció a mí, pero cuando finalmente lo hizo mi sobresalto me produjo una contracción de la sístole de la que todavía me estoy recuperando. La pantalla parpadeó levemente, desapareció el cuadro de chat y su lugar se ocupó con la imagen de dados, cartas y bola de cristal que había ocasionado que me levantase de mi cama hacía unos minutos.Esperé pacientemente hasta ver si se reanudaba la charla, pero mi espíritu se encontraba suficientemente alterado para poder pensar con claridad, no sabía bien que actitud sería la más indicada, no conocía con quien o con que fuerzas tenía que enfrentarme, ni siquiera sabía si se trataba de un enfrentamiento, pero era lo único que se me ocurría para definir ese absurdo coloquio. Dejé pasar aproximadamente cinco minutos y ante la ausencia de alguna señal, procedí a imprimir la imagen ofrecida, que en definitiva había sido la causa de mi desvelo y la razón por la que inicialmente me dirigí al ordenador. Una vez impresa, lo guardé en un archivo para su uso posterior y para recordarme el episodio, y ahí está para mostrar a los incautos que no me crean. No pasó nada más, me fui a la cama e intenté conciliar el sueño, con poco éxito, como es lógico.A la mañana siguiente reanudé el trabajo incorporando la imagen en mi texto, pero me dí cuenta que la finalidad del mismo había tomado un giro diferente del que concebí en su principio. La fortuna requería ahora un protagonismo que yo le había ninguneado hasta ese momento, así que me propuse recomenzarlo bajo el nuevo prisma que se me había ofrecido. Tendría que esperar mi editor, pero era evidente que yo no estaba en disposición de acabar el ensayo sin tener en cuenta lo ocurrido.Y así llegamos al día de hoy, en que antes de proseguir con mi trabajo, he querido dejar constancia de lo sucedido para que mis lectores y amigos puedan conocer la influencia de las fuerzas ocultas, o quizás no tan ocultas, mejor sería decir “fuerzas desconocidas”, ¿estás de acuerdo?.

jose maría

3 comentarios:

Pedro Estudillo dijo...

Bueno, bueno, esto ya es otra cosa. Veo que vamos a tener mucho trabajo, aunque lo más importante de un blog siempre será la calidad del contenido, y ahí no habrá problemas.
Del resto nos encargaremos juntos.
Bienvenido al fascinante mundo bloggero.

Unknown dijo...

El Azar te presenta a Fortuna ¿Boda?
Un besillo.

Silvi (reikijai) dijo...

... Te voy a ser sincera ... anoche te lei a ultima hora ... como te lo habia prometido ... y este escrito llamo mi atencion ... me hubiese gustado contestarte con la primera sensacion ... pero el sueño me vencia ... Sabes lo que pienso ... que el sueño ... no sueño ... fue premonitorio ... el ordenador fue el medio ... quizas te estuviera diciendo ... atravete ... sal de la cueva ... salta ... José María ... es lo siento ... lo que viene a mi mente ... el triunfo esta marcado en tu frente ... adelante ... ponle alas a tus sueños ... y vuela ... vuela alto. ... Te dejo un Beso ... Silvi.

Pd. http://reikijai.blogspot.com/
este blog ... también es mio ... pasa cuando quieras... Te espero ... Sil.