La Vida - Ensayo menor

La vida de las personas- su vida auténtica, en contraposición a la mera existencia física- empieza en momentos diferentes...

Dicen de los gatos que tienen siete vidas, lo cual evidentemente se explica por su extraordinaria agilidad que les permite sobrevivir a accidentes y caídas que en otro animal podían ser fatales, cuanto más en el ser humano. Ahora bien, éste sin poseer esta cualidad, si que es propietario de un innumerable número de vidas. Algunas comunes a todos, otras particularizadas en cada individuo. Veamos algunos ejemplos:

La primera vida tiene lugar en la fecundación del óvulo materno, allí crece el embrión y se desarrolla durante el periodo de embarazo, posteriormente, una vez nacido, viene la vida de lactante, más tarde la de niñez que se prolonga hasta que se adquiere uso de razón. El hecho de poder distinguir el bien del mal, lo permitido de lo prohibido, etc. nos ocupa una nueva forma de vida. La siguiente en el orden cronológico sería la vida legal, que se obtiene a los 18 años y que nos concede la facultad de acceder a cosas que solo se permiten al llegar a esa edad (votar, espectáculos..). Más tarde hay una vida que no se puede concretar en el tiempo, porque varía de unos individuos a otros, es la edad de la madurez (algunos nunca la alcanzan) y finalmente la mal llamada “tercera edad” que da paso a la vida de senectud, que nos conducirá a lo que algunos consideran será la última vida, la “vida eterna”. Si no he contado mal ya he descrito 8 vidas, es decir superamos al gato, solo en las vidas cronológicas.

Pero hay otro tipo de vidas, que son definidas con el adjetivo que las califica y a las que prácticamente todos accedemos, así existe la vida laboral, la vida penal, la vida fiscal, la vida sanitaria, la vida judicial o legal, la vida financiera, la vida militar, la vida sexual, la vida educativa…, gran parte de ellas, se condensan en un documento que conocemos como C.V. es decir, “curriculum vitae”.

Existen además ejemplos abundantes de vidas adjetivadas que definen perfectamente a quien las disfruta, así se trata cuando decimos… vida peligrosa, vida aburrida, vida loca, vida trágica, vida acelerada, vida espiritual, vida escandalosa, vida soñadora, vida paralela, vida enfermiza, vida célibe, vida de castidad, vida amorosa etc, etc., incluso calificamos la vida de los demás como vida ajena.
Y no digamos de las dobles y a veces triples vidas. ¿Quién en algún momento de su vida no ha ocultado hechos a sus padres, pareja o amigos?, eso nos conduce irremediablemente a la doble vida, por un lado la que se muestra al exterior y por otro la que realmente se ha producido y que solo conocemos nosotros mismos.


Finalmente hay dos vidas muy importantes, una solo parece haberla poseído exclusivamente Santa Teresa, pero eso no es óbice para que pueda estar al alcance de los demás mortales, ella la definía como “vivo sin vivir en mí”, es decir vida sin vida,

La otra es “MI VIDA”, así en mayúsculas, y se aplica y se dice al ser amado, refiriendo que es parte vital de nosotros.

En resumen, podemos aseverar sin temor a equivocarnos que la vida del ser humano, más que vida es un vivero de existencias, que cada uno desarrolla a su gusto y conveniencia.