Ayer entré en el desván de mis recuerdos y empaqueté todos aquellos en los que aparecías tú. Tuve que hacerlo con cuidado, pues ya había expirado su fecha de caducidad y se encontraban en muy mal estado, pero finalmente conseguí introducirlos en bolsas preparadas para la tarea y los transporté hasta el punto limpio de mi cerebro donde serán convenientemente reciclados. A esta hora ya habrán empezado a circular esas neuronas limpias y dispuestas para nuevos almacenajes de mi memoria.
Ayer entré en la sístole de mi corazón en busca de la sangre envenenada que me habías ido acumulando a lo largo de los años. La sometí a un fuerte tratamiento a base de detergentes limpios de última generación, llamados esperanza, confianza y valor. Hoy he empezado a notar que la sangre corre más fluida por mis venas, y la tensión arterial ha recuperado sus valores normales.
Ayer entré en los recovecos de mis intestinos y vesículas para drenar toda a bilis y otros humores que me hubieran quedado acumulados durante los años vividos contigo. Tuve que drenar con nuevos métodos de inyección y bombeo para extraer toda la porquería, pero hoy ya he notado que mis defecaciones vuelven a tener otro color más acorde con la alimentación.
Lo que todavía me queda pendiente, es eliminar la metástasis ósea que ha cubierto todos mis huesos de tu presencia. Supongo que tendré que lijar con paciencia mi esqueleto completo, pero eso me llevará años. Solo entonces podré decir que estoy regenerado de ti, pero ¿viviré lo suficiente para llevar a cabo esta ardua tarea?.
5 comentarios:
... Que limpieza mi querido amigo...muchas veces por mas que se intente ... algo queda. Y si miras adelante... sin darte vuelta, cuando te abrume su recuerdo; que lamentablemnte aparecera con un bello a perfume. Esos amores, por mas gusta amargo siempre estaran en un rincon del corazon. Muy Buen escrito, Te felicto. Que tengas un lindo fin de semana ... Te Dejo Un Beso. Silvi.
Te he entendido perfectamente, amigo Jose María. Y se me ha ocurrido asociarlo al comentario que me has hecho en el post de hoy, y que te agradezco profundamente.
¿Sabes? Muy buena esa labor de limpieza, se me antoja extraordinaria, y necesaria a todos los efectos.
Te felicito por ello. Pero, omites una cosa: ¿y la limpieza del corazón?
Un abrazo.
Buen lavado de estómago que te has hecho, desde luego cada uno puede curarse de la mejor manera que se le ocurra, pero no todos tienen el mismo nivel metastásico... lo importante es regenerar y no estancarse con los pulmones encharcados.
Recuerda que no estás solo. Cuando te canses de lijar puedes pasarle el relevo a cualquiera de tus amigos, que para eso estamos.
Recuerda las sabias enseñanzas de Barrio Sésamo: "Sólo no puedes, con amigos, sí."
Magnífica reflexión que se ve que te ha salido desde el mismísimo centro neurálgico donde reposa paciente, pero activa, tu infinita sabiduría.
Un abrazo.
Soy ama de casa y te recomiendo limpiezas con elementos naturales, no seas abrasivo contigo mismo y ponte guantes y una buena crema de manos.
un saludo
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