Les gusta mi poesía

lunes, 17 de noviembre de 2008

Día Internacional de los Contrastes

A Rosa le llamó la atención comenzar aquella mañana con algo tan frustrante como abrir el grifo del lavabo y observar que no salía ni una gota del preciado líquido, mientras en el techo había aparecido una magnífica mancha de humedad.

Otra vez, pensó, el vecino de arriba con sus problemas de cañerías, esperemos lo resuelva pronto y nos abran la llave de paso a tiempo para poder cocinar.

Para hacer tiempo se sentó a ver las noticias del primer telediario de la mañana y observó como la locutora enumeraba por enésima vez los terribles efectos de la pertinaz sequía. A Rosa eso de “pertinaz” le parecía un nombre de marca comercial, algo así como si se dijera la sequía Nike o la sequía Dior, lo cual le hacía gracia pues consideraba que al ser una sequía de marca debería lógicamente tener más calidad y ser más duradera por lo que no serían comprensibles las quejas contra ella.

A continuación la locutora pasó a relatar un dato estadístico, según el cual en toda Europa había ya 1.029 niños que nunca habían visto llover, debido una vez más a “la pertinaz”. Este dato coincidía, por extraño que parezca, con el número de fallecidos por las terribles inundaciones que azotaban otra parte del planeta. ¿Sería casualidad o la madre naturaleza estaba repartiendo la población acorde con criterios más racionales?.

Rosa se paró a pensar que mientras en Europa, y pese a “la pertinaz”, todos los días se consumían alimentos frescos y de regadío, en esas partes del planeta, pese a las inmensas lluvias que los asolaban, la escasez de alimentos era un problema común que reiteradamente se padecía.

Las noticias continuaron su curso, y ahora el presentador hacía referencia a un nuevo secuestro de las FARC en Colombia, que se había cobrado 5 nuevos rehenes, mientras las fuerzas gubernamentales iniciaban las “labores de rescate”, algo así como si de prepararse un ajuar se tratara, pensó Rosa, que tenía un día especialmente lúcido.

A renglón seguido volvió la presentadora para anunciar que felizmente se había conseguido rescatar con vida a los 5 mineros que llevaban 3 días sepultados en un desprendimiento producido mientras trabajaban ¡Vaya!, meditó Rosa, cinco secuestrados, cinco rescatados…. ¿No será posible mantener el equilibrio demográfico sin recurrir a tragedias?.

Después de un rato, y tras tomarse un café, decidió que había que emprender las tareas cotidianas, y se dirigió al zapatero porque la noche anterior había visto a su marido que afrontaba con poco éxito un nuevo intento de racionalización de espacios, pretendiendo poner más pares de zapatos y zapatillas de los que ordenadamente pudieran caber. Su sorpresa fue mayúscula al abrir la puerta del zapatero, pues todos los zapatos y zapatillas correspondientes al pié derecho se encontraban en ese lado del armarito, mientras que sus respectivas parejas (pié izquierdo), ocupan el lado opuesto, como si durante la noche hubieran debatido políticamente y cada cual se hubiera alineado en el lado que sus ideas consideraban correcto, ¿o quizás habría sido obra de su marido en su vano intento de ordenación?, como fuere, ahí estaba el resultado ofreciendo una imagen de simétrica armonía en el interior del mueble. Rosa pensó si ese criterio podría aplicarse a otro tipo de prendas como calcetines, guantes,..en fin todo aquello que se usa de manera separada para las extremidades derecha e izquierda respectivamente,…sería cuestión de pensarlo al menos. Así, pensando en estos nimios problemas se dirigió a la calle, pues de esa forma aprovechaba y se daba también su garbeo matinal.

¡Sorpresa!, el zapatero lucía en la puerta un bonito cartel que decía “cerrado por vacaciones hasta el próximo día 15”, eso significaba que no podía recoger sus zapatos en una semana. ¿Como no le habría avisado al dejarlos? se preguntó irritada, pero ya no había remedio así que aprovechando que la mañana era templadita, se acercó al escaparate de una tienda de calzado cercana, a ver si podía sustituir los zapatos en reparación con otro par que no le saliera muy caro. La tienda también lucía su particular cartel que rezaba “Hasta el próximo día 15, por cada par de zapatos regalamos otro”, eso era, pensó Rosa, una forma de compensación que le ofrecía la vida.

Y así sucesivamente, pasó el resto de la jornada, de forma similar, si una puerta se cerraba otra se abría….era el Día Internacional de los Contrastes…

8 comentarios:

Pedro Estudillo dijo...

Genial, Jose Mari, la vida misma. Contraste tras contraste y contradicción tras contradicción.
Y así andamos.

Recomenzar dijo...

Llegué a través de pedro y volveré a través mío
Saludos desde éste lado de la tierra

Silvi (reikijai) dijo...

... La vida a diario nos presenta esto ... antes era solo en color; despues, los paises pobres ... de los paises "Ricos" ... y como todo se globaliza ...asi quedamos, a los golpe por las vida ...saliemos de Guatemala y nos me temos de Guatepeor ... Gracias Jose Maria, le pones chispa a la vida ... Te dejo Un Beso ... Silvi.

Escuela de Letras Libres dijo...

Pues sí, no hay mal que por bien no venga. Se te nota un pelín tu parte positivista, esa mirada interior que cuando viene lo negro de frente mira hacia un lado buscando el colorido que le acompaña en su estela. Me ha gustado.

Antoñín

Anónimo dijo...

ya ves, zapatero no escucha, por eso le critican tanto

el piano huérfano dijo...

muy bonito la vidad misma
el contraste y contradiccion como dice Pedro, cierto asi andamos, pero que bien relatado esta...
un abrazo

Equilibrista dijo...

Irónico e inteligente. Un relato con toques de ensayo y crónica periodística. Genial Jose María.

Mar dijo...

Siempre que una puerta se cierra ciento se abren...

Besitosssssssss