Les gusta mi poesía

sábado, 23 de noviembre de 2013

Vicios ocultos



A él siempre le habían gustado las casas antiguas. Esas que tenían una o más habitaciones traseras, que daban a un patio interior, o mejor aún, a un corredor acristalado. Desde ese corredor, o desde las ventanas de las habitaciones traseras, en su ausencia, se podía contemplar la vida de los otros vecinos circundantes con su vivienda. Era una manera de inmiscuirse en la vida ajena, sin hacerse partícipe de sus problemas. Desde allí pudo ver como todas las tardes se emborrachaba el vecino del 22 y como después increpaba y, a veces, golpeaba a su sufrida mujer sin que ésta nunca se quejase, también presenció su primer desnudo femenino, cuando la vecina del 3º izquierda se preparaba cada noche para irse a dormir, sorprendentemente observó que no era el único vecino que estaba pendiente de las ventanas a esa hora de la noche.


El cree que esas sesiones de voyerismo devinieron después en sus ansias de escribir y de contar aventuras de otras personas, aunque fuesen inventadas, por eso tituló su primer libro con el pretencioso título “El vecino cotilla”, lo que no esperaba era que la crítica lo ensalzara por haber sabido retratar con firme pulso a tantos frustrados buenos vecinos de su generación.

2 comentarios:

DEMOFILA dijo...

Se te da todo, tanto la poesía como las historias, las que has contado ultimamente y ésta concretamente me han encantado, veo que ahora escribes historias, sigue con ellas quese ve que estás en racha.
Me dices en tu comentario que los retos no son buenos, alguna vez hay que retar al destino cuando no te gusta lo que te trae, aunque sin llega a desafiarlo hasta el final.
El tema está bien escogido dices, recuerda el nombre de mi blog, pensamientos y vivencias, en una de ellas se basa el tema.
Un abrazo, te deseo feliz semana.

DEMOFILA dijo...

Buenas tardes, gracías por tu visita y comentario.
Como dices en él debemos pasar por la vida repartiendo cariño, pero nunca será bastante el que repartamos porque debemos hacerlo a raudales para que nos recuerden con amor.
Besos.