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viernes, 6 de noviembre de 2009

La espera

Quizás sean las festividades del último fin de semana, o el otoño siempre propicio a la melancolía, o quizás alguna ausencia cercana, que esta última semana se ha producido. Lo cierto es que la entrada de hoy es, ciertamente, triste, pero hay que ver algunos mensajes en su conjunto con los que he pretendido hacer un guiño. En fin, todo no van a ser verbenas...



Me senté a la vera del camino
A esperarte.
Vi pasar recuerdos penas, angustias,
Momentos felices, de gozo, de placer,
Amigos, enemigos, aduladores, colegas,
Y vi pasar el destino.

Te esperé
Creí verte fugazmente,
Pero te perdí de nuevo
Todo era caos, confusión, desorden
Una maraña de gritos y juramentos

Cada cual medraba como podía
Siempre a costa del prójimo
Y yo no hacía nada
Solo te esperé,
Sentado a la vera del camino

Finalmente te acercaste
Con tu clásica indumentaria de siempre
Pensé que deberías modernizarte
Cambiar tus indumentos
La vieja y oxidada guadaña
Por modernos aparatos
Igual de cruentos pero más rápidos

Tus hábitos góticos
Siempre tan estrambóticos
Vestir a nuestra época
Te convendría
Eso nada revoca

Me acerqué y te llamé por tu nombre
¡Llevaba tanto tiempo esperándote!
Tu pálida sonrisa me hizo estremecer
Pero fue insuficiente para amedrentarme
Yo me iría contigo, por decisión propia
Eso me satisfacía.
¡Llevaba tanto tiempo esperándote!


Joé María

16 comentarios:

Anónimo dijo...

José María muy apropiado para la fecha, pero deja que pase con su guadaña o en en camiseta y pantalones vaqueros que espero muchos más amores y verbenas. Será casualidad, pero estoy sentada junto a mi ventana y de pronto se ha ocultado el sol.

Por otra parte te diré que de alguna forma transmites ese sentimiento que algunas veces hemos tenidos todos porque hay días que tememos a la muerte y otros que la encontramos como una suave caricia esperada y necesaria.

En fin, me ha cogido algo melancólica.

Un saludo,

Loli.

Carmen dijo...

Dice Loli que le ha cogido algo melancólica, y yo digo que no lo estaba, pero que me ha quedado esa misma sensación al terminar de leer tu poema. Uff, muy triste José María, tristísimo y muy conseguido.

Sin duda, ahora no es tiempo de verbenas.

Un beso y un guiño.

Luis dijo...

Hola José María:
Que termine pronto esa visión nostálgica y la sonrisa renazca de nuevo...
A veces hay nubes en el horizonte... pero vendrá una suave brisa que se las llevará y pronto relucirá de nuevo un sol radiante.
La espera... ¡dejémosla para más adelante! o mejor, no esperar...
Que tengas un feliz gin de semana,
Luis

PABLO JESUS GAMEZ RODRIGUEZ dijo...

Quisiera transmitirte todo el calor y el cariño de mi amistad, estimado Jose maria, con este FUERTE ABRAZO que te envio.

Animo y feliz fin de semana.

Anónimo dijo...

Hola José María entiendo perfectamente como te sientes pues yo también lo estoy.

Bien haya la vida,
que si tanto el mar se lleva,
nos da en cambio una fe nueva
por cada fe perdida.


Un Beso.

da e

Rowen dijo...

-La muerte es nuestra eterna compañera -dijo don Juan con un aire sumamente serio-. Siempre está a nuestra izquierda, a la distancia de un brazo. Te vigilaba cuando tú vigilabas al halcón blanco; te susurró en la oreja y sentiste su frío, como lo sentiste hoy. Siempre te ha estado vigilando. Siempre lo estará hasta el día en que te toque.
Extendió el brazo y me tocó levemente en el hombro, y al mismo tiempo produjo con la lengua un sonido profundo, chasqueante. El efecto fue devastador; casi volví el estómago.
-Sabes muy bien que la muerte está a nuestra izquierda, igual que tú estabas a la izquierda del halcón blanco.
Sus palabras tuvieron la extraña facultad de provocarme un terror injustificado; la única defensa era mi compulsión de poner por escrito todo cuanto él decía.
¿Cómo puede uno darse tanta importancia sabiendo que la muerte nos está acechando? -preguntó.
Sentí que mi respuesta no era en realidad necesaria. De cualquier modo, no habría podido decir nada. Un nuevo estado de ánimo se había posesionado de mí.
-Cuando estés impaciente -prosiguió-, lo que debes hacer es voltear a la izquierda y pedir consejo a tu muerte. Una inmensa cantidad de mezquindad se pierde con sólo que tu muerte te haga un gesto, o alcances a echarle un vistazo, o nada más con que tengas la sensación de que tu compañera está allí vigilándote.


Volvió a inclinarse y me susurró al oído que, si volteaba de golpe hacia la izquierda, al ver su señal, podría ver nuevamente a mi muerte en el peñasco.
Sus ojos me hicieron una seña casi imperceptible, pero no me atreví a mirar.
Le dije que le creía y que no era necesario llevar más lejos el asunto, porque me hallaba aterrado. Él soltó una de sus rugientes carcajadas.
Respondió que el asunto de nuestra muerte nunca se llevaba lo bastante lejos. Y yo argumenté que para mí no tendría sentido seguir pensando en mi muerte, ya que eso sólo produciría desazón y miedo.
-¡Eso es pura idiotez! -exclamó-. La muerte es la única consejera sabia que tenemos. Cada vez que sientas, como siempre lo haces, que todo te está saliendo mal y que estás a punto de ser aniquilado, vuélvete hacia tu muerte y pregúntale si es cierto. Tu muerte te dirá que te equivocas; que nada importa en realidad más que su toque. Tu muerte te dirá: “Todavía no te he tocado.”
Meneó la cabeza y pareció aguardar mi respuesta. Yo no tenía ninguna. Mis pensamientos corrían desenfrenados. Don Juan había asestado un tremendo golpe a mi egoísmo. La mezquindad de molestarme con él era monstruosa a la luz de mi muerte.
Tuve el sentimiento de que se hallaba plenamente consciente de mi cambio de humor. Había vuelto las tablas a su favor. Sonrió y empezó a tararear una canción ranchera.
-Sí -dijo con suavidad, tras una larga pausa-. Uno de los dos aquí tiene que cambiar, y aprisa. Uno de nosotros tiene que aprender de nuevo que la muerte es el cazador, y que siempre está a la izquierda. Uno de nosotros tiene que pedir consejo a la muerte y dejar la pinche mezquindad de los hombres que viven sus vidas como si la muerte nunca los fuera a tocar.
"El viaje a Ixtlan". Castaneda.
..................................
Besitos

Anónimo dijo...

bonito poema.

P Vázquez "ORIENTADOR" dijo...

Hay cosas (casi todas) que no hace falta esperar, llegarán seguro...

Buscador de buscadores dijo...

Que tu espera sea recompensada. Bello poema.

Un abrazo y buen fin de semana.

Andrea perez es LaParka dijo...

Yo me apodo la muerte....soy_laparka, y muchos me preguntan porque....porque le tengo un respeto inconmensurable, porque amo la vida por encima de todas las cosas, y porque he aprendido, que a pesar de caminar descalza en senderos de cristales o en aquellos de fresco pasto, siempre es un motivo para seguir.
Precioso poema rey.
Un beso

Equilibrista dijo...

suaves caricias de guadaña...
dulce sortilegio envenenado...

hay días... hay días terribles

yo nací en el mes de la muerte... quizá por eso me fascina tanto como me aterroriza

DEMOFILA dijo...

Se ve que en esta poesía, te ha llegado ha la inspiración en una hora baja.
Pero te ha quedado magnifica, todo el tiempo he estado intrigada por ver a quien estabas buscando, pero, la verdad, lo que buscabas no me gusta nada, espero que no la encuentres.
¿Cómo puedes pensar que el texto de mi poesía me ha pasado a mí?, ¿tan real es?.
Pues no, estoy muy feliz y contenta, con mi amorcito, sentado en el salón viendo la tele, vivito y coleando.
Arregla pronto tu problema, me gusta leer tus comentarios completos, me ayudan mucho.
un fuerte abrazo de tu amiga
Mari Fina

Pedro Estudillo dijo...

Pues a mí me parece fenomenal que también se compongan versos a la muerte, nuestra fiel compañera. Así quizás lleguemos a conocerla mejor y a comprenderla sin juzgarla ni temerla.
De todos modos, deseo de corazón que tu pena se haya disipado y pronto podamos seguir disfrutando juntos de la vida (yo cuando la espalda me lo permita).

Saludos.

el piano huérfano dijo...

La inspiración es muy buena, pero no me gusta verte triste ni pensando en cosas tristes.
Cierto es que conocer a lo que más temor tenemos nos alivía, pero no esperes, deja que llegue, y lo más tarde posible.
Espera algo maravilloso de la vida, esta por llegar... algo me lo dice

magnifico poema como todo lo que escribes

Abrazos fuertes, querido y fiel amigo

el piano huérfano dijo...

La inspiración es muy buena, pero no me gusta verte triste ni pensando en cosas tristes.
Cierto es que conocer a lo que más temor tenemos nos alivía, pero no esperes, deja que llegue, y lo más tarde posible.
Espera algo maravilloso de la vida, esta por llegar... algo me lo dice

magnifico poema como todo lo que escribes

Abrazos fuertes, querido y fiel amigo

DEMOFILA dijo...

Hola José María, veo que has leido mi poesía, si crees que es buena para una canción, como me dices, y tienes alguien que se la pueda poner, yo no tengo inconveniente en que lo hagas, podría quedar bien.
Un beso, que duermas bien, y a ver cuando sacas otra de tus fabulosas entradas.