Siempre se había
considerado una mujer feliz, tanto en su infancia como en su matrimonio. Su
única desdicha era que, debido a un problema hormonal, no conseguía retener los
embarazos más allá de cuatro o cinco semanas.
De nada valía la
progesterona, el reposo absoluto y otros tratamientos que, múltiples doctores,
probaron con ella. Parecía que su vientre se empeñaba en rechazar el embarazo
al llegar a esos fatídicos plazos.
Tras el cuarto intento
fallido, los médicos, como habían hecho otras veces, le recomendaron asistencia
psicológica, pero ella hacía gala de una férrea voluntad e insistía en
continuar su vida normal cuanto antes.
Después del cuarto
aborto, su marido empezó a observar conductas extrañas en ella, hablaba sola,
sonreía a menudo mientras miraba al vacío…
Una noche se sorprendió
cuando notó que ella se había levantado de la cama. Se levantó él también y vio
que había una tenue luz en el cuarto que habían preparado para los niños y que
trataban de evitar. Abrió la puerta con
sigilo y sorprendió a su mujer cantando bajito una nana ante una estantería. En
ella, en cuatro frascos rellenos de formol, estaban los restos de los fetos que
nunca llegaron a vivir.
!!FELICES FIESTAS NAVIDEÑAS PARA TODOS MIS SEGUIDORES Y AMIGOS!!
3 comentarios:
Cuatro querubines que no llegaron a nacer pero que el amor de madre los conservaba y les cantaba, el amor de una madre es lo más grande que hay, lo demuestra tu microrrelato que estás escrito con el corazón.
Yo también te deseo lo mejor en estas Fiestas y en el próximo año, que se cumpla todo loque desees y te haga feliz.
Besos.
Te deseo lo mejor en estas Fiestas y en el próximo año y que durante él se cumplan todos tus propósitos y deseos. Con cariño, Demófila
Te deseo lo mejor para el año que acaba de comenzar, y que se cumplan todos tus propósitos e ilusiones. Con cariño Demófila.
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