Esponjas absorbentes son mis neuronas,
Una tierra empapada mi corazón,
Pretendo trabajarla si tú te asomas,
Aportando tu fuerza y tu azadón.
Por todas mis arterias solo corre agua
Para que bebas de ella si se desangra
Tropiezo, salto, me caigo
Estornudo, estoy febril,
Madrugo como, trabajo…
Y siempre pensando en ti
Te voy a guardar en el baúl de mis recuerdos
Te voy a encerrar en mi caja de cartón,
Voy a tirar las llaves de este encierro,
Voy a esperar que se alivie este ciclón.
Porque eres tempestad y yo la calma,
Eres el rebujar de mis entrañas,
Tiembla todo mi ser porque te extraña,
Me siento fallecer cuando me faltas.
No quiero los silencios de tus ausencias,
Prefiero enloquecer con tu energía
Porque si estás aquí, hay coherencia,
Porque si estás aquí, sé que eres mía
5 comentarios:
Hola José María:
Nos muestras con tu "esencia" que tu regreso ha sido con una muy acertada "carga de pilas"...
Espero nos sigas deleitando con tus obras.
Un cordial saludo,
Luis
A ese ser querido se le caeran litros de babas al leer todo esto que sientes. Sientes mucho, y sabes expresarlo.
Un abrazo.
Desde luego, Carmen tiene razón.
Con tan bonitas flechas, el blanco debe estar encantado.
Felicidades. Un bonito poema.
Un saludo para ti y para Pilar.
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