Ahora, con frecuencia, me viene a la memoria un recuerdo de mi época infantil que hace tiempo tenía olvidado. Era allá por los opresivos años 50, cuando mi infancia transcurría plácidamente, recién cumplida la primera decena, y protegido en exceso por mis padres de cualquier peligro físico y, en especial, moral que pudiera acercárseme.
Tenía yo por entonces una prima, Mari Puri, que era unos 10 años mayor que yo y a la que no veía casi nunca por vivir en el otro extremo de la gran capital, pero ello no era obstáculo para que en mi casa se criticaran sus costumbres, al parecer ligeras, y su forma de vestir, demasiado moderna para aquella época. Recuerdo comentarios de mi madre y mi abuela, en los que despellejaban su conducta y como siempre terminaba mi madre con una cantinela que era, más o menos; “!qué riesgo tiene esa niña!, ¡qué peligro tiene!. Por eso yo empecé a considerarla como mi prima de riesgo particular.
Ahora, en mi ancianidad, cuando en la mesa familiar rodeado de hijos y nietos, escucho en el telediario que la primera noticia de cada día es hablar de los peligros de la prima de riesgo, no puedo por menos que dibujar una amplia sonrisa en mi boca, pensando en lo mucho que ha progresado Mari Puri y como a su edad, que ya debe ser muy longeva, todavía es capaz de cotizarse por encima de los 300, e incluso acojonar al personal con amenazas de nuevas subidas. Mientras el resto de la familia me mira cariñosamente y piensa “este abuelo está cada día más gaga!. Lo que no saben ellos es que un día mi prima de riesgo decidió por su cuenta que tenía que espabilar a su primito. Eso fue un poco antes de que se fugara con un teniente de la Legión y nunca más se supo de ella, hasta ahora, claro, cuando la televisión nos informa que anda por Grecia, Portugal e Irlanda de forma peligrosísima y que tengamos mucho cuidado en España que somos los próximos…!qué sabrán ellos!
8 comentarios:
jajajjaaja qué bueno GS no lleva tiempo la prima esa subiendo XD
Yo también tengo ese punto jocoso cuando me colapsa la información jeje
Que prima...Mejor perderla que encontrarla.Pase a leerte y a desearte un hermoso cumpleaños.
Muchas Felicidades ...¡!! Besos.
Somos aves de paso que en el camino nos hemos encontrado abrazando la convivencia a través de las palabras.
Palabras que en conformidad con los pensamientos van describiendo diferentes lineas, consiguiendo que las pupilas del lector se queden abstraídas deleitándose con la lectura y las imágenes que le acompañan...
El aprecio de tu amistad hoy la valoro más que ayer y mucho menos que mañana!!
Una acuarela de besos de despedida, pero no de olvidos...
¡¡Chao!!
María del Carmen
Me parece a mí que el que tiene peligro eres tu y el riesgo lo corría tu prima cuando te visitaba. Me encanta!! es muy original...y en tu casa ver los telediarios tiene que ser divertidísimo.
Besos para toda la familia:)
genial me encanta este relato, eso de las primas siempre ha sido algo complicado...ajjajaja
Me encanta este post, tiene un humor gaditano... jejeje.
Vaya, tu prima tenia mucho peligro.
Que buen punto has tenido José María. Un saludo
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