Aunque algunas son abuelas
Y todas han madurado
Practican Yoga y se tornan
En unos seres alados
Ramillete de belleza
Equilibrio en suspensión
Agilidad y destreza
Arte e inspiración
Dos cuerpos forman un nudo
Otros saludan al sol
Perro, rana, águila, cobra
Transmiten paz y calor
Espíritu, cuerpo y mente
El infinito y la nada
Vibración acompasada
De unas cuerdas enlazadas
10 comentarios:
Lindo poema, Jose Maria, en consonancia perfecta con la foto; me imagino que algunas posturas pueden parecer increibles...¡pareceran de goma estas chicas!
Un abrazo.
Menos mal que escribiendo poemas estás más inspirado que poniendo títulos a las entradas. Supongo que será "clase" en vez de "clade". Los artistas ya podéis tomaros esas licencias.
Un abrazo, poeta.
Nada, absolutamente nada se te resiste, eres un artista.
Besos.
Buena poesía para una buena terapia para el cuerpo y el espiritu.
Dicen que las clases de yoga son muy buenas para relajar el cuerpo y el espiritu, puede que me apunte a una, después de leer tu poesía me he animado un poco, aunque sea abuela.
Me alegro que vivias el presente sin pensar en el pasado, el pasado hay que olvidarlo, y vivir el presente día a día.
Un beso muy grande de esta amiga que te quiere.
Tu has nacido con la bondad y el perdón bajo brazo
...
Efecitvamente nada se te resiste y de todo conviertes un poema.
no se te escapa ni una, vaya talento..
Abrazos querido amigo, bien sabes que eres querido
Tu has nacido con la bondad y el perdón bajo brazo
...
Efecitvamente nada se te resiste y de todo conviertes un poema.
no se te escapa ni una, vaya talento..
Abrazos querido amigo, bien sabes que eres querido
Estas contorsiones no las hago ni de broma.
Me quedo disfrutando de tu poema, entonces con doble interés.
Un abrazo grande.
Hola José María:
La relación "Yoga-Poema" es original, las contorsiones humanas se alían con las lexicas...
Muy buenas!
Feliz fin de semana,
Luis
yo tambien veo buenas tus contorsiones lexico-humanas.
Veo de merito lo de tus amigas, yo ya empiezo a doblarme menos que una estaca.
Un saludo amigo.
Hola, José María, siempre seguimos viviendo igual cuando llega el otoño, estemos trabajando o no, según la ocupación de cada una, la vida no cambia con el cambio de las estaciones del año.
Ciertamente el esta época del año y durante el invierno tenemos más tiempo para escribir porque se sale menos y hay que coger pepel y lápiz o teclado y ordenador y escribir lo que le salga a cada cual, y si son bonitas poesías mucho mejor.
Gracías por decirme que las que escribo yo son bonitas, siempre me alaga todo lo que me dices.
Un beso muy fuerte de esta amiga que te quiere.
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